En otro de nuestros posts ya os hablamos de la historia detrás de la pasta de dientes, imprescindible en nuestra rutina de higiene diaria. Hoy, desde Raga, queremos contaros un poquito más sobre otro de los elementos básicos para el cuidado de nuestra boca: el cepillo de dientes. Y es que, aunque es un componente que forma parte de nuestro día a día y pensemos que lleva ya muchos años haciendo del cuidado bucodental un proceso más sencillo, lo cierto es que la universalización del uso del cepillo de dientes no tiene tantos años como el invento.
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La idea del cepillado lleva ya muchos años con nosotros. Desde la utilización por Egipcios y Babilonios de utensilios rudimentarios como palos masticables o ramas de areca hasta la creación del primer cepillo similar al de nuestros días, con un mango de hueso al que se le habían cosido cerdas, invención de la corte imperial de China en 1498.
Este invento llegó a Europa a través de las extensas rutas comerciales del Imperio, pero la extrema dureza de las cerdas causaba irritación y molestias en las encías, dañando la boca, cosa que provocó el rechazo por el nuevo invento. Por ello, aquí en nuestro continente no llegamos a usar el cepillo de dientes hasta el siglo XVII, cuando se cambiaron las cerdas de cerdo por pelos más blandos, como los de caballo. Aun así, debido a su elevado coste, el cepillo de dientes se mantuvo como producto reservado para reyes y clases altas.
No fue hasta el siglo XX, con el descubrimiento y utilización del nailon, que apareció el cepillo con cerdas artificiales como lo conocemos hoy, descartando así las cerdas de origen animal. El Dr. West aplicó estas nuevas fibras de nylon al Miracle Tuft Toothbrush en 1938. Este cepillo tuvo una rápida y generalizada aceptación ya que no sólo se secaba rápidamente, reduciendo el problema de la aparición de bacterias por humedad y el riesgo de infección, sino que el nailon hacía que el cepillo fuese más resistente y flexible, haciendo del cepillado un proceso más agradable y efectivo.
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Fue después, en 1961, que se desarrolló el primer cepillo eléctrico. De ahí en adelante, el cepillo de dientes en sí no ha sufrido grandes variaciones salvo mejoras de diseño y múltiples posibilidades de productos. Hoy en el mercado encontramos una infinidad de marcas y tipos de cepillos de diferentes tamaños, formas y texturas. Si tienes cualquier duda acerca de cuál es el más adecuado para tus dientes y encías, no dudes en consultarnos en las revisiones periódicas. En Clínica Raga estaremos encantados de aconsejarte.
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