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Las modas van y vienen constantemente, es ley de vida. Una celibrity aparece con algún elemento distintivo que da la vuelta al mundo, se hace un hueco en la estética durante una temporada y luego, desaparece.

Sin embargo, de vez en cuando aparece alguna moda que nos llama especialmente la atención, ya sea por lo atrevida de esta o por hacer que nos echemos un poco las manos a la cabeza. Este último es el caso del “diastema” y la “yaeba”, dos modas ambas basadas en poseer una dentadura con alguna patología.

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  • Diastema

El diastema es una pequeña separación entre los dientes, aunque en general se suele utilizar para referirse al espacio entre los incisivos superiores. El origen de esta moda podría situarse en Brigitte Bardot, actriz de los años 60 que lucía esta particularidad. Aunque serían personas más presentes en la actualidad, como Madonna o Georgina Jagger, las que harían de ello un auténtico fenómeno.

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Tal fue el boom de esta forma estética, que hasta la gente con una dentadura perfecta (incluso tras años de ortodoncias para ello) se sometía a más tratamientos para separar ambas piezas dentales. Es cierto que una moda de este tipo puede ayudar a que personas con problemas dentales similares se acepten y sientan bien consigo mismos. Pero de ahí a someterse a procesos para “estropear” una dentadura perfecta, hay un paso.

Una moda que no solo afecta a los dientes, sino que puede desencadenar una serie de anomalías como molestias cervicales, dolores de cabeza e, incluso, escoliosis.

  • Yaeba

Lo que busca esta moda procedente de Japón es, directamente, dar un aspecto más “real” a la dentadura (entendiendo real por imperfecto). Desde su punto de vista, con este método logran sonrisas más tiernas e inocentes. Tal es su acogida que se ha convertido en una práctica común en cantantes o celebridades niponas.

El procedimiento consiste en alterar, de forma artificial, las posiciones de los dientes, amontonándolos en la zona superior, palatinizando incisivos laterales y vestibularizando caninos. Además, estos se afilan para dar una estética “vampiresca”.

Puede provocar fracturas dentarias, desgaste, enfermedad periodontal, dolor articular, muscular y bruxismo, entre otros. Además, se producirían problemas fonéticos, ya que al estar alterada la posición de los dientes, la lengua no se puede apoyar correctamente para la pronunciación de ciertos fonemas.

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En definitiva, ambas modas pueden desencadenar serios problemas para tu salud, por lo que, desde Raga, te recomendamos que priorices tu cuidado bucodental, siempre supervisado por profesionales.

 

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